Espartaco al aparato digame. Jarjar, aquí Pepis, Peps, Pepona, o como se me llame en el momento.
Maaaamina, este blog murió. Ni me acordaba que podía escribir aquí. Soy demasiado guay para recordar chsss 8)
Jamás escribí aquí, asi que nose muy bien de que hablar. Si hay alguna premah que me conoce de unión, no se asusten que no contaré ninguna historia porno (todavia).
Pues, ya que tengo mucho tiempo libre, les contaré alguna historia mia de esas guarras, o para que no me denuncien y me manden a la horca, les contaré un cuento:
Había una vez en una ciudad una niña que se llamaba Maria del Pilar, pero todos la llamaban Maripili. Maripili vivía en una casita grande con todas sus amigas. Todas eran huérfanas, o se habían escapado de casa o no tenían a donde ir, simplemente. La casa era muy bonita y oscura, llena de luces rojas y rosas y plumas y cojones y sillas. Las amigas de Maripili iban todo el día en bragas. Maripili no lo entendía, ¿por qué irán todas casi desnudas con el frío que hacia? Claro, ella era muy jovencita para entenderlo. Por las tardes venían hombres a la casa de Maripili. Todos parecían esconder un secreto. Se metían en las habitaciones de sus amigas y ellas gritaban. Por un tiempo, Maripili pensó que los hombres eran curas y les practicaban el exorcismo a las chicas. No había otra explicación posible a aquellos gritos y esos "OH SI OH DIOS DIOS DIOS DIOS SIGUE AHH SI AU AU DIOS AU OH DALE DURO OH SI OH SI". las chicas salían con el pelo alborotado y la cara roja, obra del mismísimo Satanás saliendo por su piel. Los curas salían relajados, y les pagaban a las chicas. "Supongo que son curas desentrenados, que necesitan practicar sus exorcismos. Además mis amigas son unas diablesa ellas, me roban mis barbies y luego me las devuelven pegajosas, llenas de líquidos y oliendo a pescado".
Un día, la curiosidad de Maripili salio a florecer y decidió esconderse en una de las habitaciones. Ella quería saber como funcionaba eso del exorcismo. Se metió en la habitación de su amiga Maria Ana, en el armario, no la descubririan ahí.
Era una habitación bonita, roja, yo toa secsi toa ponno, llena de cojines y espejos.
Maripili oyó unos pasos. Era su amiga, la iban a hacer el exorcismo! Se escondió rápidamente en el armario, dejando una rendija para verlo todo con detalle. Maria Ana y el cura entraron, y se empezaron a desnudar. "típico del exorcismo, los demonios no pueden atravesar la ropa". El cura se puso a cuatro patas en la cama, y puso el culo en pompa. Entonces su amiga sacó un crucifijo un tanto extraño, de plástico, cilíndrico y sin cruz. Parecía un palo gordo. Le susurró algo al cura y le empezó a meter ese crucifijo incompleto por el culo. "madre de dios! Maria Ana es la exorcista, y ese es el pecador!". Maripili observaba la escena, el hombre no paraba de expulsar a los demonios, su respiración estaba agitada y no paraba de gritar. Debía de ser un exorcismo duro, pensó Maripili. Su amiga había tenido que llevar el crucifijo muy hondo, tenia el brazo metido hasta el codo. Ese demonio maligno, satanás satanás! Después de 20 minutos de pelea, el hombre cayó desplomado contra la cama. Cuando se recuperó, después de aquella sesión tan hardcore de exorcismo, el hombre pagó y se fue caminando muy extrañamente.
Maripili no le contó a nadie que había visto eso. Igual se metería en líos.
Hasta que no pasaron los años y se hizo un poco más astuta, no se dio cuenta de que lo que había pasado en esa habitación fue que su amiga era una puta y le había dado por culo a un hombre.
Fin.
Ala, que os cunda, yo aproveché la tarde
Peppppis.